Este tipo de comida es muy popular por lo sencillo de su elaboración, por su amplia distribución comercial y por su relativamente bajo precio. Es cómoda de ingerir y tiene gran diversidad de sabores por lo que se convierte en una opción fácil y rápida para muchos consumidores.
Un excesivo consumo de comida rápida produce efectos adversos en el organismo y está relacionada con enfermedades tales como, la obesidad, enfermedades del corazón, diabetes tipo II, caries y celulitis.
Aunque la comida basura no sea la causa principal del actual aumento de la obesidad infantil, sí podemos asegurar que está directamente relacionado. El sedentarismo en combinación con este tipo de mala alimentación incrementa notablemente sus efectos insanos. Por muy apetecibles y llamativos que resulten los denominados alimentos basura, yo recomiendo llevar una dieta saludable, la cual nos provee de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales necesarios para el rendimiento del cuerpo. Sin dejar de lado la realización de ejercicio físico.
En mi opinión, uno de los sectores más perjudicados somos los jóvenes, ya que, por un lado está al alcance de nuestros mermados bolsillos y por el otro, hay una inmensa variedad de establecimientos a los que poder acudir.
Para finalizar y como dato informativo, un estudio realizado por la Universidad de Nueva Gales del Sur verifica que esta comida puede ser perjudicial para la memoria, ya que inflama una región específica del cerebro llamada hipocampo.
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